sábado, 29 de agosto de 2009

En el atardecer de tus dulces ojos
se pierde mi alma,
apaciguándose;
arrullada por tus palabras entre aguas cristalinas,
suaves, tranquilas…en apariencia,
pues en el oscuro fondo
las corrientes del deseo y la lujuria
enredadas entre si
me transportan…

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